Sabemos que cada maestrillo tiene su librillo, que a unos les encantan las normas y a otros les gusta más que la clase fluya y las cosas vayan surgiendo solas. Yo, personalmente, creo que es mejor fijar unas reglas básicas de comportamiento que hagan que la comunicación en el aula sea más sencilla. Los chicos deben aprender a respetar a los compañeros y el profesor desde el principio, respetar los turnos de palabra, etc. Eso no quiere decir que les impongamos una disciplina marcial, ellos tampoco lo verán así porque en realidad necesitan que se les marquen unos límites. Lo importante es saber lograr un equilibrio entre el profesor serio y el cercano en el que los alumnos confían.
El aula es algo más que un lugar en el que aprender los contenidos de una materia, es un aprendizaje para la vida, mucho más útil y necesario que lo que podamos conseguir que recuerden de Historia o de Biología.
Si además has decidido trabajar, como estamos haciendo nosotros en mi centro Sapere Aude (Villlanueva del Pardillo) desde el curso pasado, con metodologías nuevas como el ABP (Aprendizaje Basado en Proyectos) en las que el trabajo colaborativo prima por encima de la clase magistral, el orden resulta fundamental, si no una clase de 30 chicos trabajando en grupos de 5 puede alcanzar un nivel de ruido que haga imposible el trabajo. Para evitarlo lo mejor es dejar claro desde el principio como vamos a trabajar y asignar a cada miembro del grupo un papel, un rol, como si de un departamento de una empresa se tratara. De este modo uno de ellos será el moderador que se encargue de regular el tono y el volumen de los compañeros, para conseguir que todos puedan comunicarse sin necesidad de elevar la voz y que a su vez , supervise que todo quede limpio y recogido al final de la sesión.
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Foto vía Merche Martín
Puedes crear tu propio listado de normas y colgarlo en el aula, o incluso crear con ellos vuestras propias normas, dejando que los chicos piensen cuál es la mejor manera de trabajar y de comportarse en clase. Yo he creado las mías que os pueden servir de ejemplo para las vuestras. las podéis escribir en la pizarra, imprimir y dejar colgadas en el corcho o incluso en la puerta del aula.